El miércoles 12 de junio a las 15:30 horas, ad portas de celebrar los 171 años de la llegada de madre Bernarda Morin a Chile junto a sus cuatro hermanas: madre Victoria Larocque, sor Amable Dorion, sor María del Sagrado Corazón Bérard, y sor Dionisia Benjamín Worwoth, el Liceo Santa Teresita de Llolleo reabre con alegría las puertas de la capilla, deteriorada por los terremotos y temporales que han azotado nuestro puerto. La ocasión fue celebrada con una hermosa Eucaristía presidida por el capellán de nuestro colegio, con la presencia de la superiora provincial, madre Gloria García, y la hermana Gladys Flores, superiora de la comunidad religiosa de Llolleo. También estuvo presente la hermana Claudia Ruiz y toda la comunidad educativa del liceo.
Fue una fiesta de alegría y gratitud para la comunidad educativa del Liceo Santa Teresita de Llolleo, al volver a abrir las puertas de esta capilla, obra dejada por la directora del periodo 2002-2005, madre Gloria García, actual superiora provincial. Agradecemos inmensamente a Dios por este regalo que es fuente de vida y fe, haciendo eco a las palabras del papa Francisco: “que la iglesia sea con las puertas abiertas”.
El sacerdote, en la homilía, agradeció la presencia de las hermanas y valoró esta gran obra iniciada por madre Gloria y el cariño que ella tiene por esta comunidad educativa. Como consagrado, entiende el gran trabajo que significa levantar una obra tan preciada para todos quienes somos familia de Dios. Estas palabras emocionaron a la superiora provincial.
Momentos muy emotivos se vivieron en la Eucaristía. Uno de ellos fue la procesión de la palabra, realizada por estudiantes pequeñas de 1º, 2º y 3º básicos, con una entrada ceremoniosa que nos invitaba a escuchar la palabra de Dios, que nos ilumina, y a recibir el soplo del amor en cada corazón, siendo el mismo Señor quien pone su palabra en nuestras manos y, con ella, su providencia, para recibir su bendición y dar fruto del nuevo cielo.
Las ofrendas fueron significativas. Se presentó una foto de la antigua capilla del liceo, emblema de muchas generaciones que pasaron por este hermoso colegio, y fue presentada por una docente que fue estudiante y conoció de cerca esa hermosa capilla. También se presentó una foto de la actual capilla, por otra docente de las nuevas generaciones.
Unas rosas fueron ofrecidas como signo de las bendiciones que Santa Teresita de Lisieux, patrona del colegio, prometió al momento de su pascua. Esta ofrenda fue presentada por una familia del colegio. También se ofrecieron el pan y el vino, especies que se transforman en el cuerpo y sangre de Cristo.
En la acción de gracias, la hermana Gloria dio unas sentidas palabras de agradecimiento. Después de la bendición final, culminamos con un compartir fraterno en el salón de actos del colegio.
